Toronto, con su estrella y un Serge Ibaka formidable, repite victoria en Oakland (92-105), pone el 3-1 y el lunes dispondrá de la primera de sus tres ocasiones para rematar la final
Los Raptors hicieron trizas a los Warriors (92-105) y se situaron a un paso del primer título de su historia en la NBA. El campeón, el equipo que compite en su quinta final seguida y aspira a emular a los Lakers de Shaquille O’Neal y Kobe Bryant en 2002 y a los Bulls de Michael Jordan en 1998 con su tercer título en tres años, quedó roto y anonadado frente a la consistencia del juego de la escuadra canadiense.
Stephen Curry y los suyos le perdieron la cara al partido hacia el final del segundo cuarto. Y se vieron ya incapaces de igualar la intensidad y el acierto de su rival. Doblaron la rodilla por segunda ocasión consecutiva en su propia casa, en el Oracle, el pabellón que posiblemente viviera su último partido ya que la próxima temporada, Golden State estrenará un nuevo recinto en San Francisco.
Los Raptors dispondrán de la primera oportunidad para zanjar la final el próximo lunes, madrugada del martes en España, en su cancha. Los Warriors quedan al pie de un auténtico Everest baloncestístico: la necesidad de ganar tres partidos seguidos si desean sumar su tercer título consecutivo. Los Raptors acarician el primero de su historia, para la conexión española formada por Marc Gasol, Serge Ibaka y Sergio Scariolo, y para todos los componentes del equipo.
El inagotable chorro de puntos que produce Kawhi Leonard, que firmó 36 además de 12 rebotes y cuatro robos de balón, y la fortaleza de Serge Ibaka, con 20 puntos en 22 minutos y cuatro rebotes y dos tapones, llevó en volandas a los Raptors. La brillantez de ambos se vio acompañada por las sólidas aportaciones de Marc Gasol, con nueve puntos, siete rebotes y tres asistencias, Paskal Siakam, con 19 puntos y cinco rebotes, y VanVleet, con ocho puntos y seis asistencias, además de la efectividad defensiva de todo el equipo.
Ni siquiera los errores de Kyle Lowry y Danny Green en los lanzamientos, con 1 de 11 entre ambos en los triples, desestabilizaron la solidez del juego del equipo canadiense que remontó 13 puntos (25-12) y empezó a marcar distancia ya antes del final del tercer cuarto (67-79). Con Ibaka y Leonard en vena de acierto y a pesar del codazo de Livingston a VanVleet, al que tuvieron que poner varios puntos de sutura, los Raptors pusieron la directa. Con 72-88 a falta de ocho minutos para el final, los Warriors empezaron a claudicar.
La ausencia de Kevin Durant, lesionado desde el 8 de mayo, no ha podido ser compensada por los Warriors. Klay Thompson que ya se perdió también el tercer encuentro también a causa de una lesión, reapareció y fue su mejor baza en el cuarto. También reapareció Kevon Looney. Pero los Warriors denotaron las nefastas consecuencias de tantas ausencias y jugadores sin el ritmo adecuado o sobrecargados por el esfuerzo, como denotó Stephen Curry. El base de los Warriors, autor de 47 puntos en el tercer partido, sumó esta vez 27, una cifra respetable, a la que añadió cuatro rebotes y seis asistencias, pero evidenció el desgaste sufrido al tener que monopolizar casi el juego del equipo.
En esta ocasión, la excelente actuación de Klay Thompson en ataque, con seis triples y 28 puntos, no estuvo acompañada por la del resto del equipo. Draymond Green, aunque rozó el triple doble con 10 puntos, 12 asistencias y nueve rebotes, no pudo brindar a su equipo el caudal ofensivo que precisaba sin Kevin Durant. Menos aún Andre Iguodala, que se quedó en tres puntos. Las 17 pérdidas de balón, la inferioridad en el rebote y el bajo porcentaje (29%) en los triples fueron algunos de los indicadores de lo lejos que quedaron los Warriors de sus mejores días.
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